AL PRIMERO DE MAYO
Como el paro general se declare para mayo,
de fijo le da un desmayo, en el acto al capitál.
Proponen los socialistas, y a la verdad con razón,
que del obrero, la unión se enseñe al capitalista,
quien, algo falto de vista, no ven en el nuevo ideal,
lo que es justo y natural;
Y no hay nada que a tal hombre le preocupe, y aun le asombre,
como el paro general.
Debe el anarquista, pues, cooperar a tal empresa
con constancia y con firmeza, gran valor e intrepidez;
Que siempre la timidez se encontró en el ruin lacayo;
Y si ha de venir el rayo que purifique la tierra,
hace falta que la guerra se declare para mayo.
Muestrese al rico altanero de una manera elocuente,
enérgica y contundente,
que hay algo más que el dinero.
Que sin él, puede hacer el obrero de su capa un sayo;
Y aunque mire de soslayo a quien le infiere el ultraje,
como lo haga con coraje, de fijo le da un desmayo.
Ya el término se divisa de tan infame explotación,
y se oye la maldición del que a sin camisa;
Contenga el burgués la risa,
que la cosa es muy formal;
Nuestra fuerza es colosal y matar puede a querer,
y envuelto en lodo, ver en el acto al capital.
Como el paro general se declare para mayo,
de fijo le da un desmayo, en el acto al capitál.
Proponen los socialistas, y a la verdad con razón,
que del obrero, la unión se enseñe al capitalista,
quien, algo falto de vista, no ven en el nuevo ideal,
lo que es justo y natural;
Y no hay nada que a tal hombre le preocupe, y aun le asombre,
como el paro general.
Debe el anarquista, pues, cooperar a tal empresa
con constancia y con firmeza, gran valor e intrepidez;
Que siempre la timidez se encontró en el ruin lacayo;
Y si ha de venir el rayo que purifique la tierra,
hace falta que la guerra se declare para mayo.
Muestrese al rico altanero de una manera elocuente,
enérgica y contundente,
que hay algo más que el dinero.
Que sin él, puede hacer el obrero de su capa un sayo;
Y aunque mire de soslayo a quien le infiere el ultraje,
como lo haga con coraje, de fijo le da un desmayo.
Ya el término se divisa de tan infame explotación,
y se oye la maldición del que a sin camisa;
Contenga el burgués la risa,
que la cosa es muy formal;
Nuestra fuerza es colosal y matar puede a querer,
y envuelto en lodo, ver en el acto al capital.
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