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estadistica

lunes, 15 de noviembre de 2010

La Voz de la Caleta-III

Aquí os dejo la tercera parte de esta entrega de boletines del centro de dia "La Caleta" de Cádiz, perteneciente al mes de mayo de 1998.







viernes, 12 de noviembre de 2010

La Voz de la Caleta-II

Este es el segundo boletín del año 1998, editado por el centro de Día "La Caleta", el perteneciente a los meses Marzo-Arbril.




Esta historia me recuerda a otra que nos cantó Antonio Martín con su comparsa "Las mare que me parió" en 2009, aquella que empieza diciendo "Papá dime porqué te llevas al abuelo..."






La de cosas que no sabía yo de las papas, tú... me he empapao de papas.


jueves, 11 de noviembre de 2010

La Voz de la Caleta

Rebuscando entre mis cosas, he encontrado una colección de boletines informativos elaborados por el Centro de Día de la 3ª edad, pertenecientes al año 1998 completo. Contienen articulos elaborados por nuestro mayores, puede que algunos de estos abuelos ya no se encuentren con nosotros, pero no puedo dejar pasar la ocasión de rendirles un sincero homenaje publicando sus mejores articulos en mi blog. Este primero corresponde a los meses Enero-Febrero del 98, y os lo dejo con sus mejores cositas, están firmados por sus autores.



Destaca la generosidad del centro pues ofrecían gratis a los amantes del carnaval, unos carteles del año 1936, solo había que ir a la redacción a pedirlos.
Si yo me hubiera enterado a tiempo...




viernes, 5 de noviembre de 2010

Los colaos del Carranza II

Siguiendo con el tema del post anterior, voy a enseñaros algunas cositas que guardo, éste fue mi carnet de socio de la temporada 81-82 y pa que veais que es verdad lo que os cuento, esta era otra de las picaresca de los chavales a la hora de buscar cuelo ó pagar menos.
Os cuento, si yo nací en el 65 y en ese carnét pone para niños menores de catorce años no cuadra, ¿no os parece? jejeje, sí, yo tenía 16 años entonces, pero en esa época el club no se preocupaba mucho en saber la verdadera edad de los socios.


Estas son algunas de las famosas entradas de las que hablo en el anterior post, las que eran pegadas para darle coba al portero, estas son de verdad, me las regaló un antiguo conserje del estadio, ya jubilado, cuando se enteró de mi pasión por estas cositas. Estas entradas fueron requisadas en su día por los porteros y guardadas por el conserje. Fijaros bien en está, pertenece a la VII edición del Trofeo Carranza de 1961, en el que partciparon los equipos, Barcelona (Campeón) Peñarol de Montevideo (Subcampeón) River Plate (3º puesto) y Atletico de Madrid (4º puesto, como nó) por algo nos llaman el Pupas. Si ampliais las entradas podreis observar mejor la unión de los dos pedazos.







Parte trasera de la entrada

jueves, 28 de octubre de 2010

Los colaos del Carranza

En el estadio Ramón de Carranza siempre ha existido la imagen del tipico colao, yo recuerdo que de chiquillo me colaba hasta en el autobus por la puerta de atras para ir al futbol, una vez en el estadio me iba a la caza y captura de un adulto que aceptara cogerme del hombro y colarme con el y su entrada en el futbol. Este truco siempre me dió bastante buen resultado hasta que empezaron a salirme los primeros pelillos donde os imaginais, jajaja, en el bigote malpensaos.
Luego ya más de mayorcito tuve que buscarme otros cuelos tales como la cuerda, las torretas de electricidad, las entradas pegadas, o la escalada libre.
La cuerda solía ser lanzada desde fuera a alguien que ya estaba dentro, que la amarraba para que empezaran a subir, primero los dueños de la cuerda y luego el que pueda, yo solía subir como un mono, que agilidad tenía, recuerdo haber subido muchisimas veces por fondo sur, tambien por la esquina de preferencia con fondo norte, que es la zona de la imagen, y por tribuna, esquina a fondo norte. En la zona que aparece la imagen, hubo un tiempo en el que se podían aparcar vehiculos y todos los domingos llegaba el popular Pepón, sí, nuestro Pepón el de carnaval con sus hijos y aparcaba su camión y venga se bajaban y por la cabina para preferencia ya que el techo de la cabina quedaba a una altura de preferencia al alcance del más bajito.
Por tribuna solíamos subir por las ventanas enrejadas a escala libre hasta arriba, pero eso sí, se necesitaba una mano amiga arriba para que te subiera a pulso, y el que era izado se quedaba para subir al siguiente y así sucesivamente, camaradería entre los gaditanos tiesos como la mojama. La unica vez que me cole de la torre de electricidad situada en tribuna lo pasé fatal, pues tenías que subir por la torre una altura de casi tres pisos y luego saltar unos dos o tres metros hacia el interior de tribuna. Esto sucedía cuando el estadio aun no disponía de visera.
En los trofeos Carranza soliamos pegar las entradas rotas que nos lanzaban desde arriba los que ya habían accedido al estadio y si conocía a algun portero por ser amigo de mi padre le daba en el barullo un paquete de tabacos vacío y pa dentro.
Las anecdotas más graciosas que conozco de los colaos del Carranza era la de aquel que se colaba todos los domingos con un bloque de hielo en el hombro, dandole buen resultado supongo que hasta que el Cádiz compró sus primeras neveras para la cantina, jejeje. Otro ingenioso fue aquel que se ponía un traje de chaqueta azul y se unía a la banda de música con un bombin de bicicleta simulando ser una flauta.
La verdad es que por el Carranza no hay sitio por el que no me haya colado, al igual que en el Teatro Falla y en la mayoría de los cines de Cádiz, pero esa ya es otra historia.

jueves, 29 de julio de 2010

¡No hay que ser cabrón!

Expulsión de los judíos en 1492
Voy a intentar explicar el verdadero sentido de la palabra "cabrón" en Cádiz. Como todo el mundo sabe, dicha palabreja se aplica al macho de la cabra, o sea el macho cabrío, símbolo del demonio, el Angel del Mal. En Cádiz al que hace una putada gorda se le dice cabrón y ahora viene el porqué: Tres meses después de la conquista de Granada a los moros, los Reyes Católicos publicaron un edicto con fecha de 31 de Marzo de 1492, en el que se disponía que los judíos que no quisieran bautizarse serían expulsados en el plazo de 90 días. Los argumentos reales eran que los cristianos estaban siendo influenciados por la comunidad judía, que campaba a sus anchas, sustrayendo la fe de los practicantes de la religión católica. Tenían ese plazo para vender sus pertenencias y poder pagarse el viaje, pero cuentan que al no encontrar compradores, algunos llegaron a canjear una casa por un borrico, ya que tenían prohibido poseer ni plata ni oro. De la comunidad judía que no quiso abjurar, muchos huyeron por la frontera de
Portugal, otros fueron conducidos a Navarra para ser trasladados a Francia a través de los Pirineos y a otros se les obligó a embarcar para que abandonaran la península. Uno de los puntos de embarque era el Puerto de Santa María
.
Abraham Sehenor, uno de los secretarios de Fernando el Católico, se convirtió al Cristianismo, tomando el nombre de Alfonso de la Caballería, fue a quien se le encomendó la contratación de la flota encargada de aquel éxodo. Este conectó con Pedro Hernandez Cabrón, naviero a quien también se conocía como Piero Caprone, seguramente por ascendencia genovesa. Según las crónicas de la época, el tal Cabrón era un hijo de puta, cosa que demostró con el traslado de aquellos desgraciados a la costa africana. En el Puerto se concentraba una ingente cantidad de judíos, pidiendo la protección del Duque de Medinaceli, hombre de bien, que no pudo hacer nada para atender a los ruegos de aquella muchedumbre. Fueron embarcados hombres y mujeres, ancianos y niños alojados en las calas, todos apiñados, el barco haciendo aguas y con escasos víveres. Salieron del Puerto el día 15 de Agosto de 1492, cruzando el Estrecho de Gibraltar, aguantando los azotes del viento de Levante. Llegaron a Oran y en una playa llamada hoy en día, Playa de los Andalusís, en recuerdo de aquel hecho histórico, fueron obligados a desembarcar y aunque muchos pidieron ser bautizados, sus ruegos fueron desatendidos, y sus temblorosos cuerpos arrojados a las arenas de aquel inhóspito lugar.
Cu
entan que no tuvieron muy buena acogida entre los habitantes del lugar. Los moros al verlos pensaron que traían oro, dinero y joyas, por lo que fueron atacados, maltratados, sometidos y vejados. Mataron a muchos al creer que se habían tragado el oro, otros murieron de hambre y sed, de epidemias, a otros los vendieron como esclavos y muchos fueron arrojados al mar.
Sin embargo, algunos fueron bautizados por el Gobernador de Portugal en Arcila, y en 1496 se les permitió la vuelta. Por lo visto los comentarios de los que volvieron a Cádiz, acordandose del señor Cabrón, hizo que cualquier putada cometida fuera considerada como una "cabronada".
Esta familia Cabrón tuvo una casa en Cádiz, situada en la Cuesta de las Calesas que todavía existe, pero con los cambios producidos por el paso del tiempo transcurrido. Durante mucho tiempo fue conocida como Casa de Cabrón, al igual que el Callejón, que hoy en día es el de la Perla de Cádiz. Ya pasado tanto tiempo, se olvidó el apellido, pero nos queda su malevolo significado. ¿No hay que ser cabrón!

Dedicado a mi jefe y gran amigo Manolo Brenes.

domingo, 27 de junio de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXVII

SALVOCHEA EN LAS COPLAS DE CARNAVAL



LOS ESPIRITISTAS MUNDIALES (1911)
Antonio García Jurado


Por más que quiero borrarlo,
más en mi mente refleja,
los sentimientos mas nobles
y tan hermosas ideas,
que tuvo un gaditano
que fue Salvochea.
Cádiz de mi alma, bello paraíso,
perdiste una joya,
que era un gran hechizo.
Contigo tus hijos, bella población,
en silencio llora porque fue su bienhechor,
por eso hoy te ves tan sola,
sin quien te ayude y te guíe
por el camino del bien.
Pobres tus ojos tierra querida,
no te fíes de farsantes,
y de tu sangre beber.
Cádiz preciosa,
¿De que te sirven esos leones?
Hazle ver a tus verdugos
que te resientes de sus acciones.
Nunca confíes en nadie
que otro Fermín no vendrá jamas,
como ese que fue un mártir
de la libertad.

sábado, 26 de junio de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXVI

SALVOCHEA EN LAS COPLAS DE CARNAVAL




RAFLES Y SU PANDILLA (1932)
Letra y dirección: José Suarez Martinez
Música: Francisco Coca



Todos los gaditanos
tenemos un gran pesar,
pues el régimen nuevo
aún no se ha visto, ya comenzar.
Una grandiosa estatua
debían de levantar
en la Plaza de Mina
a aquel gran hijo de la ciudad,
pues siendo Alcalde de este Ayuntamiento,
republicano y hombres de sentimientos
humanitarios de corazón,
pues cuanto tuvo a los obreros repartió.
Ese Fermín Salvochea, mártir de la libertad,
que sufrió penalidades
por sostener su ideal.
Pedimos al Ayuntamiento
y al pueblo en general,
que se levante esa estatua,
que es digno conmemorar.

miércoles, 23 de junio de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXV

SALVOCHEA EN LAS COPLAS DE CARNAVAL

LOS MOLINEROS (1908)
Juan Sevillano Soria y Manuel del Río García



Entre todos los hombres que han batallado por una idea,
lleva la palma el nombre de Salvochea.
Paz y respeto al mártir,
que con tesón y con noble audacia,
defendió en todas partes la democracia.
Toda su vida fue consagrada a sus ideales,
hace ver la constancia que tuvo
triunfando siempre de sus rivales.
Cuanto tuvo con los desválidos
lo compartió,
por dar su pobre lecho no tenía cama cuando murió.
Todos eran sus hermanos
y siempre estuvo propicio,
a llevar su amor al pueblo y a sus ideales,
hasta el sacrificio.
Y ni en sus largas prisiones
a punto de perecer,
no renegaba de sus convicciones,
y dejando lo hicieran jirones,
mejor quiso morir que ceder.
Cuando recordamos su entierro
hoy nos produce espanto,
el gentío inmenso que le cercaba
vertiendo llanto.
Todo Cádiz iba
tras del bravo veterano,
que en la historia de España,
con firme mano,
dejó escrito su nombre
que alaban todos los gaditanos.

domingo, 20 de junio de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXIV

MANUEL GONZALEZ PRADA

FERMÍN SALVOCHEA

Articulo periodístico publicado en el periódico "Los Parias" de Lima, (Perú) en 1908.


Este conocido anarquista español ha muerto en Cádiz, el 28 de Septiembre. Había nacido en esa misma ciudad el 1 de Marzo de 1842
. Un ataque de parálisis, cinco días de enfermedad y la muerte.
La vida de Salvochea se reduce a una continua lucha, primero como republicano para derrocar a la monarquía de Isabel II, después como anarquista para echar por tierra el edificio de todas las iniquidades sociales. El, lejos de cristalizarse en el molde estrecho del reformador meramente político, evolucionó en campo libre, llegando a convertirse en ardiente propagador de las ideas anárquicas.
Humano como Luisa Mitchell, sincero como Pí y Margall, nunca poseyó bien que no fuera de los necesitados, ni concibió pensamiento que no expresara sin ambiguedades y sin reticencias, viviendo en contradicción abierta con la España santurrona e hipócrita donde había nacido.
Dado el hombre, se comprenderá fácilmente que no ha podido hundirse en la tumba sin llevar en sus carnes las cicatrices labradas por la justicia española, tal vez la más inicua y más despreciable de todas las justicias humanas. Condenado por no sabemos qué, a eterna reclusión en un presidio africano, sólo permaneció siete años en el Peñón de La Gomera, pues logró evadirse favorecido por unos traficantes moros. Otros seis años de cárcel sufrió en Valladolid y Burgos, no habiendo cumplido los doce de la sentencia, merced al indulto de 1899.
Propagandista, más en los actos que en las palabras, no dejó por eso de manejar la pluma. Colaboró asiduamente en muchos periódicos-de modo brillante en "La Revista Blanca"- y tradujo del francés o del ingles varias obras, entre las que citaremos las "Memorias" de Luisa Mitchell y "Campos, fábricas y talleres" de Kropotkin.
Amalia Carvia dice en "Las Dominicales" de Madrid al hablar de Salvochea, poniéndole frente al célebre autor de "Ana Karenina".
Tolstoi, con toda su alma de regenerador, no puede compararse con Fermín. Tolstoi, vivió la vida del hombre, disfrutó de todos los placeres de la existencia, se recreó en los goces de la familia y cuando tomó en sus hombros las cruz del redentor, fue cuando había agotado las dichas que el mundo ofrece.
En cambio, Salvochea no vivió desde niño más que para la piedad humana, los juegos de su infancia, los amores de su juventud, las alegrías de la edad viríl, no fueron más que un constante trabajo de redención; sus sufrimientos han sido infinitos, tan grandes como su amor por la Humanidad.
El apostolado de Salvochea no fue inspirados por los desengaños de la vida, por la vista de las injusticias sociales, por la lectura de libros revolucionarios, no, ese apostolado fue inspirado por los besos maternales.
Si el fragmento de Amalia Carvia nos pinta a Salvochea en el curso de la vida, la siguiente anécdota nos la retrata en la hora del gran viaje, cuando las máscaras se desprenden de los semblantes y dejan ver a los hombres en toda su belleza o en toda su deformidad. La víspera del fallecimiento hablaba con su madre y algunos amigos; la vida, el más allá, la religión, el porvenir de la humanidad, la anarquía, etc. eran los temas de conversación que nos recuerda el ultimo dialogo de Sócrates con sus discipulos. Alguien-quizá la excelente señora que le había dado el ser-
mencionó a Jesús, encareciendo su bondad, su amor al prójimo y la resurrección de Lázaro. Salvochea fijó los ojos en su madre y dijo con la mayor serenidad:
-De ser cierto ese milagro, él te prueba que ese Jesús no era bueno... Sí, no era bueno porque debió resucitar a todos los muertos del pueblo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXIII


MUERTE DE FERMÍN EN EL DIARIO DE CÁDIZ

Esta es la noticia de su muerte, documento que me ha sido remitido por mi compañera bloguera Elena, a la que os recomiendo que leais, pues tiene un blog muy interesante y entretenido, pinchad aqui.
Gracias Elena.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXII

ARTICULO DE FERMIN SALVOCHEA

"PUNTO EN BOCA"

Cada cual es muy dueño de decir lo que se le antoje; será capricho, necedad, manía, hasta locura si se quiere, pero yo no puedo remediarlo; nadie me negará que el don de la palabra es el origen de la mayor parte de los males que nos rodean. Y no se me diga que la facultad de hablar fue, como muchos creen, el regalito de boda que hizo a nuestros primeros padres el Supremo Hacedor. Ni en aquellos felices tiempos había la costumbre perniciosa de hacer regalos, ni Dios pudo pensar en afligir al hombre con nuevas calamidades, cuando por vía de ensayo, o sin duda, y es lo más probable, con el fin de irlo metiendo desde chiquito en los trotes de contribuyente, le había sacado una costilla, que es como si dijéramos, la primera contribución a inmuebles, (broma de Salvochea qué en los últimos tiempos, no estoy muy seguro sea del agrado de las feministas) No ha sido, por cierto, mal mueble la tal costilla: Pero dejemos a un lado los huesos y vamos a lo que importa.
Lo que hubo fue, y no me desmentirán los periódicos de aquella época, que reconociendo Eva su poco mérito, porque en efecto, era muy poco como todo lo que se hace de retazos, y deseando sacar algún partido, ¡Mujer al fin! Echó mano de la serpiente como maestro de lenguas, para poder decir cuatro piropos a su marido, quién no tenía todo de Salomón, por la sencillisima razón de que Salomón no había nacido todavía. Habló por fin papá y engaño a mamá. Por esta moda no pasan años. (Machismo en pura esencia)
Me parece que con lo dicho, basta y sobra para probar que el don de la palabra no tuvo el preclaro origen que algunos le atribuyen. Resta saber si desde el paraíso a nuestros días ha desmentido su infernal estirpe el supuesto regalito.
De él, como de una plaga, se valió el mismo Dios cuando quiso castigar en la Torre de Babel, el orgullo de los pedantes. ¡De tan atrás viene esa familia! Si lo que allí pasó, fue o no de trascendencia, con dar una vuelta al Mundo saldremos de la duda. A estas alturas no hemos podido entendernos: Continuamos en Babel sin novedad; pero dejemos a las torres, porque a ciertas alturas es muy fácil perder la cabeza y examinemos la llanura que no es tan llana como parece.
Si echamos una rápida ojeada desde la muerte de Abel, hasta la revolución de Francia, qué, entre paréntesis, es una señora ojeada, siempre hallaremos que una palabra mal dicha o mal interpretada ha sido la causa de todos los disturbios, que han armado al hijo contra el padre y al hermano contra el hermano. Y si desde los asesinatos a mano armada, pasamos a los que hacen sin armas los podadores del género humano, médicos, para que todos me entiendan, no podremos menos de encontrar una palabra sirviendo de escudo, parapeto o muralla real para jugar a mansalva, con los que ignoramos la epidémica fraseología de los Hipócrates y de los Galenos.
Yo no puedo vivir así, dice Doña Estefanía a su doctor. El doctor que no entiende la enfermedad, sale del mal paso con achacarla a los nervios, y como los pobres nervios no tienen letrada que los defiendan, cargan con el meto sin apelación. Doña Estefanía, quejándose de los inocentes nervios, va liquidando su caja de ahorros, mientras el buen doctor rellena los suyos con los nervios de Doña Estefanía. ¿Qué mina del Perú ha dado más plata que los nervios? (Crítica a la ignorancia de las personas y la avaricia de profesionales como médicos, más pendiente de llenar sus arcas que de sanar a la enferma)
Serpentea por todas partes otra palabra muy parecida a los vinos viejos. Con cuatro letras que equivalen a cuatro gotas, se trastorna el cerebro mejor organizado. Tiene treinta y seis grados cubiertos como el mejor aguardiente catalán, y como él, alegra en el primer momento y da sueño enseguida; debilita a unos; a otros enloquece. El número de sus víctimas se cuenta por el de sus prosélitos, y sin embargo, en el sentir de los contemplativos es un destello de la divinidad: Este la llama alimento del alma: Aquel áncora de salvación: Para paladares poco delicados, es dulzura. Unos nos lo presenta en figura de niño antojadizo, entretenido en agujerear corazones, como si el corazón fuera zaranda o rallador de queso: Otro más prudente y menos confiado, la pinta en figura de perro perdiguero, y no falta quien crea que es un fantasma para asustar a los incautos; pero en tan confuso laberinto, ¿a quien hemos de dar crédito? Si me fuese lícito dar mi palotada, no titubearía en decir que la tal palabra, calcinada ante todo, debería estar entre los mineros botes de un farmaceutico con orden expresa de no despachar ni un dracma, sino en ciertos casos desesperados, que desesperado y algo más es menester hallarse para necesitar un dracma de amor.
Si desde los males que afligen a naciones enteras, damos un salto a los que hormiguean las casas de vecindad, que no es salto tan mortal como parece, siempre hallaremos los funestos resultados de ese don tan ponderado. Perico
"El Feo", tiene cuatro palabras con Curro "El de los Rizos", y de sus resultas, Satanás carga con "EL Feo", y los escribanos, que se agarran de un pelo, cargan con los rizos de Curro, y con Curro por añadidura. ¡Mentira parece que por
cuatro palabras, se den a todos los diablos, dos amigos!
Encarnacion "La Chata", honra del barrio, cree como articulo de fe, una palabra
que le ha dado su Paco, pero bien pronto la honra de Encarnación anda, como su nombre, de boca en boca por todo el barrio, y se queda "La Chata" con un palmo de narices, porque el buen Paco no quiere dar más que palabras. La gente de alta sociedad suele hacer lo mismo que Paco, pero las palabras de la alta sociedad son palabras de honor, lo que quiere decir que la alta sociedad tiene otro juego de palabras.
Magdalena "La Mañona", flor y nata de las esposas, dice sencillamente una palabra a su compadre: El marido la toma por donde quema, y aunque Magdalena, llorando más que una magdalena, jura y perjura que no hay tales carneros, riñen los compadres: "La Mañona" deja de ser la flor y nata, y el esposo carga con otras esposas que la justicia le regala, porque dio un mete y saca a su compadre a consecuencia de la palabra que a la comadre se le antojó decir. Pues si de las palabras sueltas pasamos a las frases, hallaremos muchas, seductoras y muy inocentes a primera vista, pero examinadas detenidamente, pierden de inocencia lo que ganan en seducción.
-Para alquilarme su casa, Don Restituto me exige un fiador.
-Dice Doña Prudencia a Don Clemente.¿Querrá usted echar una firmita por mí?
Da la casualidad, que esta buena mujer que tiene el atrevimiento de llamarse Prudencia, es tía de una linda muchacha de ojos negros, a ninguno se le ocurre que una firma pueda ser mas negra todavía. No queda pues, a mi señor Don Clemente otro recurso que tomar la pluma y dejarse desplumar por Doña Prudencia, quien se queda tan hueca como si hubiese dado con el movimiento continuo. Bien es verdad, que para una tía, esto de vivir por cuenta de los ojos de su sobrina vale seguramente algo más que el movimiento continuo que sea.
-¿Quiere usted pasar el rato?, dice Don Modesto a su amigo Daniel: Jugamos un burro Como el principal papel se cede por política al convidado, jugando con él al burro, pasan el rato Modesto y los compañeros de Don Modesto, y el amigo Daniel, se encuentra sin saber como, en el lago de los leones
Pues porque estas frases y otra parecidas a estas me hacen temblar, hay quien me llama cobarde. ¡Cobarde yo!, yo no soy cobarde, no señor; tengo dadas pruebas de valor, me he casado y por donde quiera que usted me busque, encontrará en mí todo un hombre. Si se me dice que el turco no baja, me quedo tan tranquilo como si bajase, y si el que baja no es turco, sino el tres por ciento, yo impasible siempre. Bien es verdad que como nunca he querido trato con infieles, pocas o ningunas relaciones tengo gracias a Dios, no con el turco, ni con el tres por ciento.
Pues hableme usted de robos, de calamidades, de miseria, en fin, de cosas de España y ya verá usted mi serenidad.
-Que viene el cólera.
-¿Se aumentará por esto la contribución? ¿No? Pues que venga cuando le de la gana.
-Que hay sarna.
Eso precisamente es lo que nos hace falta, sarna para rascar.
-Que se susurra algo de hambre.
Me parece muy bien; yo estoy por la igualdad. ¿Donde hay paciencia para sufrir que este grito estomacal sea privilegio exclusivo de cesantes y exclaustrados?
No señor, nada de prerrogativas. El hambre no debe ser patrimonio de ninguna familia, ni de persona.
-Que se suena algo de peste.
Son ya tantas las cosas que a mi me apestan, que por una más o menos no he de andar con melindres.
-Que murió Doña Tecla.
Tanto mejor, ya dio en la tecla su marido.
-Que no hay ni una peseta.
Ni un cuarto tenía Noé y llegó a ser naviero.
Pues un hombre de mi temple, un hombre que sin lisonja, pudiera pasar por Napoleón, se echa a temblar como un chiquillo cuando oye decir...Pero no, lo oigo yo.
No asusta un toro a Ponce y se quedaría tamañito, si oyese el trompetazo precursor de la innoble Media Luna. Perdoneme el señor Abdul Khan II. No intimidan las balas al militar aguerrido y palidece ante una orden de reemplazo. No causan pavor a una doncella las acechanzas de cien amantes gavilanes y la sola idea de morir con palma le hace aborrecer...hasta los dátiles. Pues una cosa muy parecida me sucede a mí cuando me dicen: Monono mío, tan dulce y tan seductor ¿Sabes tu lo que cuesta en estos tiempos llegar a merecer el nombre de Monono? Monono mío en boca de una mujer, es un compendio de las plagas del Faraón, es el sistema tributario del daguerrotipo. ¿Qué letra a la vista, qué pagaré vencido, que papeleta de apremio apremia tanto como un Monono mío?
Quiera Dios que llegue un dia en el que los gobernantes y gobernados se convenzan de que siendo el don de la palabra la causa de todos los males que nos afligen, no queda más recurso que levantar una nueva bandera que lleve por lema,
PUNTO EN BOCA
F.S. ( Revista Gaditana, 30 de Agosto de 1867)

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XXI




ARTICULO DE FERMIN SALVOCHEA

CONTRA LA ABSOLUTISMO, LA TIRANÍA
Y LA OPRESIÓN DEL PAÍS

¡Quien lo hubiera dicho! ¡Como era posible creer tanta perversidad! ¡Y se hablará de fieras! ¡Que mayor fiera que el hombre mismo! ¡A cuantos crímenes conduce el primer paso que se da en el camino del vicio! ¡Cuan fácil es acallar el grito de la conciencia cuando se ha encallecido el corazón! Cádiz, la heroica Cádiz, la que en medio de las borrascas que agitan a Europa entera, había sabido huir de los escollos y evitar el naufragio, acaba de perder en un momento de error, los hermosos títulos de culta y católica. Rotos los diques que la religión y las leyes oponían al desenfreno y al libertinaje, por donde quiera que volvamos los ojos,
no vemos más que, lágrimas, ruinas, desesperación y sangre. ¡Que cuadro tan horroroso, representa una ciudad sembrada de cadáveres! No es a nosotros a quienes tocaba enjugar el llanto de tantos huerfanos desgraciados, pero cuando los que debían hacerlo no lo hacen, ¿Como permanecer sordos a la voz de la razón? ¿Como olvidar los sagrados deberes que nos impone la Naturaleza?
¿A pesar de la corrupción general y de esa indiferencia,que parece ser el distintivo del siglo XIX, no han llegado, por fortuna hasta nosotros sus fatales efectos. A vista de tantos crímenes, la sangre hierve en nuestras venas; El corazón quiere
salirse del pecho y para mayor dolor, aun ni llorar podemos. ¿Porqué, pues, extraña, que aceptando todas las consecuencias de nuestro arrojo, nos presentamos hoy como los defensores de los desgraciados, a quien tan tiránicamente se ultraja, maltrata y se asesina en mitad del día, y en medio de las calles más públicas? Muchos y muy grandes son los peligros que nos cercan, pero la causa que defendemos es santa y el cielo debe ayudarnos en tan grande obra.
No corremos tras cruces y calvarios. No nos mueve tampoco ese metal por el cual
todos suspiran. No queremos mas recompensa que las bendiciones de los inocentes, cuyos derechos vamos a reclamar. Pero si en tan sangrienta lucha, quedasemos vencidos, quizá otros, siguiendo nuestros pasos con mejor fortuna y
menos obstáculos, lograran afianzar el reinado de la paz sobre la tierra y derramaran una lágrima de gratitud sobre el sepulcro de los primeros adalides.
No pensamos intimidarnos, tirarnos de la tierra. Inventad, si queréis, nuevos suplicios para castigar nuestro heroico valor. Todo será inútil, nada nos amedra.
¿Qué es la muerte para el esclavo? El ultimo eslabón de su cadena. El principio de la felicidad.
¡Libertad! ¡Igualdad! ¡Justicia! ¿Y os atrevéis a manchar con vuestros labios, lágrimas tan puras? ¿Y os avergonzais de pronunciar unos nombres tan sagrados?
¡Libertad! A la sombra de esa constitución tantas veces jurada, dominan tranquilos unos inocentes, creyendo poder gozar sin zozobra los derechos de pacíficos ciudadanos; Pero vosotros turbasteis su sueño. ¡Igualdad! Confiados en ella os dieron el dulce nombre de amigo, velaron por vuestra hacienda, sacrificaron a vuestro capricho, miras de ambición, vínculos de familia.
Todos los lazos que los ligaban a la sociedad, los hicieron pedazos por vosotros, porque gritabais justicia, y de esta palabra esperaban mucho bien. ¿Y habéis tenido valor para engañar a criaturas tan leales? Sí, lo habéis tenido. Es verdad, que le tendisteis la mano de amigo, pero también es verdad, que esa mano encerraba un veneno que mata, y ellos aceptaron la mano y el veneno, y cuando conocieron su error y vuestra maldad, la risa sardónica del verdugo, se mezcla con los últimos alientos de su moribunda víctima. ¡Que espectáculo tan horroroso! Nosotros vimos a esos inocentes, exhalar sus últimos suspiros, entre ayes y lamentos, que traspasaban el corazón. Nosotros oímos sus quejas entre agonías mortales; Recogimos sus últimos suspiros; Tendimos nuestras manos sobre sus yertos cuerpos, y no pudimos llenarlos de lágrimas porque el corazón quiso negarnos este consuelo, pero una voz que parecía salir del centro de la tierra, nos gritaba venganza, y su eco resonaba por el espacio.
Al escuchar esta terrible palabra, se reanimaron nuestras fuerzas rehabilitadas,
hasta entonces con tanto padecer y con todo el valor que infunde la desesperación,juramos no descansar hasta exterminar a los opresores. La sangre de las víctimas, humeantes todavía, reclama el castigo de los culpables.
La hora de la expiación ha llegado, miserables. Si la justicia humana olvidase su saber, un poder sobrenatural abriría las tumbas; Se animarían de nuevo los restos de tantos inocentes, y ellos mismos lavarían con vuestra sangre, la mancha que habéis echado sobre su preciada progenie.
¿Quién os dio derecho a destruir una de las mejores obras de la creación? ¿No caben, por ventura en el mundo, unos seres que nacieron para hacer las delicias del hombre? ¿No queréis tener un verdadero amigo y compañero en este valle de amargura? ¿Pensáis disculparos con decir que tenéis la hidrofobia y queréis evitar sus estragos? ¿Excusa vana? Si tal fuese vuestro intento, ¿Porqué no pensáis en destruir la miseria, que es la que produce aquella calamidad? ¡Insensatos! Halagáis a la mujer y dais muerte al amigo verdadero, al servidor fiel, al que daría por vosotros su vida y cien vidas que tuviera. ¡Y esto sucede en un siglo que se dice ilustrado, y en tiempos que solo es lícito hablar de hierros cuando se trata de caminos, y de cadenas cuando se habla de puentes colgantes!
Parricidas, ¿Cuando podremos olvidar todo el mal que nos habéis hecho? Manes de Zelim, sombra ilustre de P,alomo, volved a esa región a donde os han sublimado vuestra virtud excelsa, y castigad a esos Borgias, que con una pelotilla,
privaran al mundo de dos seres que eran nuestra dicha y nuestro consuelo. ¿Quién nos acompañará ya en la mesa y en el campo? ¿A quién acudiremos para parar una codorniz y levantar un gazapo? ¿quien velará por nosotros mientras dormimos? Zelim, Palomo, ¿Como vamos a olvidar vuestro servicio y vuestro claro ingenio? ¿Como dejar de admirar a unos filósofos, que hallaron en la tierra, la mayor felicidad posible, que es indudablemente la de vivir sin casarse y sin la pasión fatal, a la que llamamos familismo? Ah, no podemos ya sufrir tanto. Vuestra muerte nos quita todas las ilusiones que embellecían nuestra existencia.
Ni los halagos de una mujer, ni las adulaciones del hombre que nos llama su amigo, y nos vende como aquella, con halagos también, podrán llenar nuestro corazón.
Felices aquellos tiempos en que se tenían por oráculo, las palabras del gran Pitágoras. Su metamorfosis era, por decirlo así, el freno que contenía la ambición de devorar, tan común en todos los hombres. Si en vez de reirnos de su sabio sistema, lo hubiésemos admitido, como se han admitido otros, algo peores, ni tantos crímenes se cometerían, ni nos admiraría como nos admira ver a no pocos jumentos con borlas de doctores, y a muchos doctos desconocidos, trasijados y mohínos como jumentos. ¡Quién sabe si nuestros perros, Zelim y Palomo serían algunos ingleses célebres! ¡Ellos hablaron muy poco! Tomaban lo que se les daba y todo lo que podían pillar; Desde cien leguas olían donde guisaban; Veían mucho, y cazaban con una agilidad sorprendente. No hay duda. ¡Ingleses eran! ¡Por eso les quisimos! Pues tengan entendido los que recetan pelotillas a los perros y los que las hacen, y los que se la dan, (que siempre ha de haber mujeres por medio, cuando se trata de calamidades) Tengan entendido, repetimos que si sigue su sistema de destrucción, van a concluir con media Inglaterra, porque muchos de los perros que estáis viendo que estan muriendo, son tan sabios como Zelim y Palomo. Bichos de tanta valía por fuerza deben de ser extranjeros.
Esta es la razón que tenemos para concluir esta filípica, con las mismas palabras que nos sirvieron de epígrafe, porque a decir verdad, si viesemos morir de pelotilla a unos animales tan célebres, ¿que habíamos de decir, aunque no fuera más que por política? ¡Que lástima! ¡Que dolor! Que la tierra les sea leve.

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XX


AL PRIMERO DE MAYO

Como el paro general se declare para mayo,
de fijo le da un desmayo, en el acto al capitál.
Proponen los socialistas, y a la verdad con razón,
que del obrero, la unión se enseñe al capitalista,
quien, algo falto de vista, no ven en el nuevo ideal,
lo que es justo y natural;
Y no hay nada que a tal hombre le preocupe, y aun le asombre,
como el paro general.
Debe el anarquista, pues, cooperar a tal empresa
con constancia y con firmeza, gran valor e intrepidez;
Que siempre la timidez se encontró en el ruin lacayo;
Y si ha de venir el rayo que purifique la tierra,
hace falta que la guerra se declare para mayo.
Muestrese al rico altanero de una manera elocuente,
enérgica y contundente,
que hay algo más que el dinero.
Que sin él, puede hacer el obrero de su capa un sayo;
Y aunque mire de soslayo a quien le infiere el ultraje,
como lo haga con coraje, de fijo le da un desmayo.
Ya el término se divisa de tan infame explotación,
y se oye la maldición del que a sin camisa;
Contenga el burgués la risa,
que la cosa es muy formal;
Nuestra fuerza es colosal y matar puede a querer,
y envuelto en lodo, ver en el acto al capital.

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XIX


EL POBRE Y EL RICO

Un pasajero que de orgullo henchido
navegaba en primera,
con desprecio miraba al desvalido
viajero de tercera.
Al que hable de igualdad, decía el primero,
considero insensato.
¿Como ha de ser cual yo, quien sin dinero
se encuentra, y sin zapatos?
Y entre tanto en el pecho del segundo
el odio se despierta,
al ver que en contra suya todo el mundo,
parece se concierta.
Mas pronto la comedia cruel y fría,
tornárase en tragedia,
al no surgir brillante un nuevo dia,
del mismo mal que asedia,
un choque atroz, terrible y formidable,
la catástrofe anuncia.
Y de la muerte, el fallo inapelable,
en alta voz denuncia.
Entonces, de la clase los extremos,
sin mirar diferencia,
con ardor se dirigen a los remos,
y se unen sin violencia.
El peligro común de los mortales,
la vanidad ahuyenta.
Y hace se reconozcan como iguales,
entrando en la ancha senda.
La vida del error no es más que un dia,
aunque parezca larga;
La verdad solo da alegría,
y nunca es una carga.

domingo, 2 de mayo de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XVIII


CANTO DEL CAUTIVO

Aquí jamás se siente el frío.
El bosque siempre su verdura ostenta,
y desde el mar hasta el ramaje umbrío,
llega la brisa fresca que lo alienta.
Y es tal la paz, tan grande y permanente,
que al zumbar del insecto, interrumpe
el rugir de la tormenta.
A veces, cuando, envuelta en negro manto
la sombra de la luz pasa la raya,
se escucha el dulce y prolongado canto
que las conchas entonan en la playa.
Es tanto que la flor en la espesura,
unida por su amor al aura pura,
constantemente va, por donde ésta vaya.
Mirad como las olas, hacia el cielo
dirigen su rizada cabellera,
y con marcha veloz y raudo vuelo
cruza el profundo mar, nave ligera,
y en la noche cubierta de esplendores,
brotan fosforescentes resplandores
del seno de las ondas hacia fuera.
Corre, ven a salvarnos, nave amiga;
Cambia de mala en buena, nuestra suerte;
Aquí nos hiere y mata la fatiga,
el presidio es más triste que la muerte.
No nos falta la fe, ni la constancia,
y si un día volviésemos a Francia,
sería para luchar con brazo fuerte.
El fuego del combate nos inflama,
la libertad al bueno presta ardor,
y la batalla a todos, hoy nos llama,
a los desheredados el clamor...
A la sombra la aurora ha confundido,
y un mundo surge de verdad y amor.

sábado, 17 de abril de 2010

Fermín Salvochea "El alcalde de los pobres" XVII

PRIMER TESTAMENTO DE FERMIN SALVOCHEA


SEGUNDO TESTAMENTO DE FERMIN SALVOCHEA

En la ciudad de Cádiz, a siete de Agosto del mil novecientos, seis; Siendo las catorce horas, ante mí, D. José María Clavero y Genís, notario y vecino de la misma y correspondiente al ilustre colegio de Sevilla. Comparece en mi estudio, calle San Miguel, Nº 11, D. Fermín Salvochea Alvarez, natural y vecino de Cádiz, capital de la provincia del mismo nombre. hijo legitimo de D. Fermín Salvochea Terry y Mª del Pilar Alvarez y Benito, soltero, corredor y de 64 años de edad, que exhibe su cédula personal expedida en Cádiz a primeros del corriente mes y año y con numero, ocho mil, cincuenta y cinco, clase undécima, y teniendo a mi juicio la capacidad legal necesaria para testar, dice que encontrándose en su entero y cabal juicio, ha deliberado formalizar testamento, el cual otorga conforme a las instrucciones que verbalmente y por escrito me facilita, en los términos que se expresan en las siguientes clausulas. 1º -Manifiesta que en la actualidad carece totalmente de bienes. 2º -Deja su esqueleto a su amigo y doctor en medicina y cirugía; D. Celestino Párraga y Acuña, Decano de la facultad, para que lo utilice en servicio de la misma, quedando igualmente autorizado para enviar el cadáver a la clase de Anatomía, si así lo juzga conveniente. 3º -Si en lo sucesivo adquiriese algunos bienes, para cumplir el precepto de la ley que establece como heredera forzosa a su Señora Madre Dª Mª del Pilar Alvarez y Benito, se la instituye como única heredera. 4º -Revoca y anula el testamento que formalizó el Siete de Marzo de Mil ochocientos, noventa y uno, ante D. Ricardo Pró y Garnía, notario que fue de este distrito. El otorgante a quien yo, el notario, conozco, del que doy fe, y al qué también conocen los testigos instrumentales, manifestó estar conforme con el contenido de esta disposición, que le fue leida por mí, el notario, en un solo acto, ante los testigos presenciales; D. Juan Santander y Carrasco, D. Vicente Garcia y Ahumada y D. Luis Salado Aragón, de este vecindario, mayores de edad, que manifestan no tener excepción legal para serlo y que firman con el testador, ante mí y en mi protocolo corriente, previa advertencias a todos de sus derechos, para leer por sí este instrumento, al que nunca renuncian, de todo lo cual y de haberse cumplido en este otorgamiento todas las formalidades legales. Yo, el infrascrito, doy fe.




PARTE DE DEFUNCION DE FERMIN SALVOCHEA

En la ciudad de Cádiz, término municipal, partido y provincia de ídem, a las veintidós horas del día veintisiete de Septiembre de Mil novecientos, siete, ante el Sr. Ldo. D. Rafael Larraña y Ramirez, Juez municipal del distrito de San Antonio y D. Angel Marquez y Díaz de la Aucenco, secretario, compareció, D. Manuel de Arriola y Zamanillo, natural de Cádiz, mayor de edad, casado y con domicilio en Puerto Chico, Nº 7, manifestando;
Que D. Fermín Salvochea y Alvarez, natural de Cádiz, de 65 años de edad, corredor, falleció en su domicilio de Pozo de las Nieves S/N, a las diez horas y diez minutos del día de hoy, a consecuencia de meningo-mielitis aguda.

En vista de esta manifestación y de la certificación facultativa presentada, el Sr. Juez municipal dispuso se extendiese la presente acta de inscripción, consignandose en ella, además de lo dispuesto y en virtud de las noticias que se han podido adquirir, lo siguiente;

Que el referido finado era hijo de D. Fermín y Dª María del Pilar, que era de estado soltero, que ha otorgado testamento al notario de esta ciudad, D. José María Clavero, y que al cadáver se le dará sepultura en el cementerio civil de esta ciudad.

Fueron testigos del acto, D. Jeronimo Mañas y D. Fermín Moreno, ambos mayores de edad y vecinos de esta ciudad.
Leido integramente este acta e invitadas las personas que deben suscribirlo, a que lo leyeran por sí mismas, si lo creyeran conveniente, se estampa en él, el sello municipal y la firmaron el Sr. Juez, declarantes y testigos.
Certifico.